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martes, 11 de marzo de 2014

LA OBSTINACIÓN EN LAS VENTAS NO NOS DEJAN VENDER



"Por paradójico que parezca, mientras más empecinado esté el directivo en las ventas, menos logrará que éstas se den de manera sustentable..." ABA

 

Una de las expresiones más clásicas de los empresarios mexicanos es: “quiero resultados”; hasta aquí, pareciera que vamos por buen camino, pues ¿Quién está peleado con los resultados?


El problema se presenta, cuando le preguntamos a estos dirigentes: ¿Cuáles resultados? La gran mayoría, no pasa el primer filtro, pues responden de inmediato: ¡Las ventas!; si continuamos con esta “prueba de fuego”, y preguntamos: ¿y qué más?, una minoría responderá: ¡la liquidez¡… después, nada de nada…balbuceos…preguntas…adivinanzas…

Ubicar a las ventas como único resultado, es la forma más primitiva de conducir una empresa; desde luego éstas son muy importantes, en realidad son la “bomba” que hacen que se mueva el sistema circulatorio de la firma, pero no son lo único; no pueden ser la meta del negocio. También existen: las utilidades, la rentabilidad de activos, la rentabilidad del capital, la solvencia, el crecimiento del capital, el crecimiento de la riqueza de los dueños del negocio, etc.